Desde que uno baja del camión el olor a leña nos deja claro que estamos muy lejos de la contaminada ciudad...
Son las seis de la mañana, en la calle ya hay muchas personas caminando, barriendo la entrada de sus casas o vendiendo diferentes cosas, los turistas comienzan a salir más tarde, cuando la vida del lugar ya está en todo su apogeo...
A donde sea que uno voltea hay algo que llama la atención y que decir de la amabilidad de la gente, "Buenos días" es la frase más escuchada cuando uno camina por las calles durante la mañana...
Las iglesias, los parques, la casa de los once patios, la artesania y las todas las fachadas pintadas homogeneamente de blanco y rojo hacen que den ganas de pasar más que unas vacaiones en este hermoso lugar.
Para una buena caminata hay que subir el cerro del estribo por un camino empedrado que al final tiene una sorpresa, un kiosko y 400 escalones que estan listos para ser subidos y llegar de esa manera a la punta del cerro, donde por su puesto la gran panorámica hace que el esfuerzo haya valido la pena.
Pero sin duda uno de los atractivos obligados es visitar el Lago de Janitzio, conocido por sus pescadores y su danza de la mariposa, además de que en día de muertos la isla se llena de turistas que se acercan a ver los ritos que los pobladores realizan para sus difuntos.
Para llegar a la isla hay que tomar una lancha en el embarcadero, son colectivas y el viaje dura aproxiamadamente cuarenta minutos, si tienen calor les recomiendo que prueben los jarritos de Charanda que preparan, la verdad es que a pesar de ser una bebida muy fuerte con el refresquito y el jugo de naranja que le ponen se aliviana el sabor y termina por disfrutarse bastante.
Aunque parezca que me pagan por anunciar el lugar, de verdad es que se los recomiendo mucho, porque se van a divertir, van a descansar, van a aprender, y van a comer muy rico...
