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domingo, 27 de octubre de 2013

Bitácora de un fin de semana como conejillo de indias...

Ya había pasado las pruebas correspondientes previas al protocolo, estudios de sangre, orina, corazón y placa torácica con resultados positivos que me abrieron la puerta para ser voluntario en un estudio clínico para probar un medicamento genérico.

La fecha para el protocolo fue el 25 de Octubre, tres días antes de comenzarlo me reuní con uno de los médicos responsables para que me explicara en que consistían las pruebas y los riesgos que se corrían, me explicó que el estudio tomaría dos días y que debía internarme desde el viernes para salir el domingo, después de leer toda la información y que el doctor resolvió mis dudas accedí a firmar para convertirme en un voluntario...


Hoy es 25 de Octubre del 2013...

El protocolo ha comenzado, me encuentro ya en la sala de descanso, mi acceso fue a las 19:09 horas y lo primero que hice fue dar una muestra de orina para que la analizaran y vieran que mi cuerpo estaba libre de sustancias (ilegales que le llaman), posteriormente me pesaron y me tomaron los signos vitales, conocí a una doctora llamada Brenda quien me hizo pequeño examen médico para después aprobar mi participación...

Una enfermera me entregó un gafete con mi nombre y me llevó a la habitación donde dormiré las siguientes dos noches, ahí me mostró mi cama y me entregó también las llaves de un locker donde podré guardar mis cosas, ya que como parte del protocolo todos los participante debemos estar uniformados.




Soy el participante número cinco, ahora me han hecho firmar una hojita donde se establece todo lo que la clínica me está prestando para que lo ocupe mientras me encuentre aquí...




Ha pasado una hora desde que llegué y en la estancia ya somos 9 los participantes listos, aún siguen llegando personas, aunque el doctor Jorge me comentó que para este protocolo sólo se requerirán de doce voluntarios.

Hasta ahora el tiempo ha transcurrido muy tranquilo, aún no se a qué hora es la cena ni el momento de dormir, lo que si me queda claro es que mañana hay que estar de pie a las seis de la madrugada para comenzar con la acción....

Finalmente a las nueve llegó la hora de la cena acompañada de una charla con los médicos, enfermeras y el personal que estará cuidándonos durante el protocolo, la cena son dos sándwiches de jamón con queso, mayonesa y lechuga, además de un durazno y un vaso de leche.

Se nos ha hecho hincapie en que cada uno de nosotros debe portar siempre el gafete que nos identifica en un lugar visible, hay gafetes de diferentes colores (rojo, verde y azul) para formar tres grupos diferentes de voluntarios, también cada uno tiene un número que es el que nos diferencía a cada participante y una letra que indica la mesa que debemos usar en el comedor durante toda nuestra estancia.

Por suerte para mi soy del equipo verde, ya saben, mi color favorito...


La cena terminó y queda poco para las diez de la noche, hora marcada para dormir, se nos ha avisado que el internet desaparecerá a partir de esa hora y se confirma que mañana hay que estar en pie a las seis y que debemos comenzar el día bebiendo un vaso de agua en ayunas. A las 8:00 am tomaremos el medicamento con intervalos de cinco minutos por cada grupo, a mi me tocará a las 8:05.

Son las diez de la noche y llegó la hora de dormir, me despido por ahora, reglas son reglas...



Ha comenzado el día 26 de Octubre...

Tal y como lo prometieron a las seis de la mañana se encendieron las luces del dormitorio para que los participante nos despertáramos. Tomar un baño era opcional, yo por supuesto lo necesitaba para despertar... Algunos, los que no se bañaron, pudieron dormir unos minutos más. La verdad es que yo no soy muy madrugador pero durante la noche estuve soñando con el momento en que me pusieran el catéter y digamos que eso impidió que pudiera dormir plácidamente...

Salí de la habitación a las 7:10, una enfermera ya nos estaba esperando para tomar nuestros signos vitales antes de comenzar, todo estuvo en orden con los participantes y contrario a lo que puedan imaginar, yo fui el primero al que le pusieron el cateter (esas son las desventajas de madrugar)...



Llegó el momento de tomar la medicina, cada equipo lo hara con un lapso de cinco minutos de diferencia empezando a las 8:00 am, a mi me toca hacerlo a las 8:05, la pastilla se encuentra en un bote de plástico etiquetado y debemos tomarla con 100ml de agua. Después de ingerirla una enfermera verifica con un abatelenguas que la medicina efectivamente haya entrado a nuestro organismo.

A las 8:30 am nos sirvieron el desayuno, esta vez huevos como a la mexicana pero sin chile, una pera, un vaso de leche, jugo de naranja, un pan integral y papaya con melón picados, no estuvo mal tomando en cuenta que yo nunca desayuno.



La jornada comenzó con tomas de muestra de sangre cada 20 minutos, así hasta que dieron las 11:00 am, después de esa hora hubo dos tomas con separación de media hora cada una, y de las doce del medio día hasta las 14:00 hrs las muestras fueron tomadas en intervalos de una hora, para la última toma hubo que esperar dos horas y a las 16:05 el cateter estaba siendo retirado de mi brazo derecho...

Al final el miedo a la sangre y las agujas se cambiaron por un poco de aburrimiento y bastante tiempo libre, algunos se sentaron a jugar cartas, otros miraban la tele o leían un libro, por supuesto los celulares eran los inseparables amigos, aunque en mi caso hubo maratón de Breaking Bad desde una Laptop y algunas horas de reposo en mi litera.
Uno de los compañeros participantes propuso ver "No se aceptan devoluciones" en la pantalla de la estancia, fue el momento de mayor audiencia en el lugar, voluntarios y personal médico vimos el filme de Derbez con bastante interés, aunque he de confesar que no me arrepiento de habérmela perdido en el cine.
 Después de la peli llegó la cena, esta vez fueron unas quesadillas y ensalada de nopales, la verdad me quedé con hambre, pero los médicos dijeron que debíamos respetar la dieta así que mejor nos olvidamos de nuestros antojos y a las diez nos fuimos de nuevo a la cama...

Domingo 27 de octubre...

La jornada dominguera fue muy similar a la del sábado, la ventaja es que hoy cambió el horario y ganamos una hora más para dormir, una vez más me levanté temprano para tomar un rico baño caliente y después salir a beber mi vaso de agua previo a las tomas de muestra.
Esta vez no fui el primero en tener cateter, lo cual no me hizo sentir ñoño como ayer, hoy el piquete fue en el brazo izquierdo, además lo sentí un poco más doloroso que el del otro brazo, debo presumirles que esta vez ni siquiera sentí que me mareara (cosa común en mi cuando me enfrento a esas cosas llamadas agujas), creo que después de tantas horas junto a ellas y ver mi propia sangre comienzo a perder el miedo (bueno tal vez no)... 

El protocolo continuó de la misma forma en cuanto a horarios y comida que el día de ayer, la diferencia es que esta noche no teníamos que permanecer más tiempo en la clínica, terminando la última muestra pudimos abandonar las instalaciones no sin antes tener una última revisión médica y por supuesto recibir una bonita gratificación por nuestra amable participación como voluntarios, no les enseño la dolariza para que no me envidien (Ay ajá).
Me voy  de la clínica contento con lo que hice, no todos los días se tienen este tipo de experiencias y creo que siempre vale la pena participar en estas actividades porque todos ganamos... 

Así termino el día y esta entrada de blog con una reflexión:

¡Ayudar a la ciencia sin ser científico es muy gratificante!