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lunes, 19 de diciembre de 2011

Y colgaron los tenis... Como el año.

¿Cuántas historias tienen los zapatos y tenis que usamos? Hay quienes aseguran que el calzado que vestimos dice mucho sobre nuestra personalidad, imaginen todas las anécdotas que guardamos en nuestro closet.

Caminando por la calles de mi colonia me encontré con varios cables adornados con zapatos y tenis que cuelgan de ellos. Lo primero que me vino a la mente fue: ¿Quién los dejó ahí? Echen un vistazo por donde caminen, piensen en cuantas histórias tienen esos zapatos que aunque ahora permanecen estáticos, en su momento fueron los mejores cóimplices de quienes los portaron.

¿Qué caminos habrán recorrido? A pesar de haber sido planeados como un accesorio de vestir, hoy juegan un papel ornamental y urbano de nuestra ciudad.






lunes, 12 de diciembre de 2011

La suerte de las aves...

Quien fuera ave...

Las fotos siempre cambian dependiendo del ángulo que se tomen, esas palabras las recuerdo bien de la escuela, al final esa frase siempre me recordó aquella otra que decía: Si estuvieras en mis zapatos lo entenderías mejor...

La verdad es que aunque caer me aterra, me gustan las alturas, me encanta volar y ver lo que no todos pueden ver. Ese paisaje que los pájaros tienen ante sus ojos es algo que realmente envidio.

Si yo fuera un pájaro recorrería el DF una y otra vez... Esta ciudad gigante y contrastante, contaminada y llena de gente, con miles de colonias, cientos de autos, donde existe igual pobreza extrema que riqueza desmedida... Sin duda sería todo un manjar visual...

Recorrer el cerro de la estrella, volar sobre el paradero de pantitlán y después toparme con la central de abastos, ver de lejos el metro de la ciudad, llegar hasta el centro después de cruzar colonias como Narvarte, la Del Valle, y la Condesa, volar más alto que el angel de la independencia y sentir como el aire toca mis alas mientras llegó al corazón de la ciudad...
















Eso y más disfrutaría todos los días si yo fuera un pájaro en esta ciudad...

Por eso cuando la envidia me ataca y las observo plantadas en árboles y cables sólo me queda decirles: Que suerte la suya, vayan a volar ustedes que pueden!!!