Powered By Blogger

jueves, 12 de junio de 2014

No se puede defender lo indefendible...

Soy uno de las decenas de fotógrafos que trabajan en la Ciudad de México y que en algún momento hemos tenido que enfrentar a esta plaga de enfermos autodenominados "anarquistas".

Tipos que luchan por algo que ni ellos entienden, manejados por alguien o actuando por moda, eso sólo ellos lo saben. Su manera de entender el mundo parece limitada pues agreden a personas que quizá tampoco estámos deacuerdo con el sistema en el que vivimos, pero hay que hacer las cosas diferente si lo que importa es nuestro país.

Escribo estas líneas porque hace justamente tres días que el fotógrafo Marco Ugarte y otros compañeros de prensa fueron agredidos de manera brutal por un grupo de estos delincuentes mientras documentaban la marcha por el 43 aniversario del famoso Halconazo.

Marco Ugarte es un fotógrafo chileno que sabe de represión, que entiende lo que es vivir bajo el yugo de un gobierno dictatorial, que ha enfrentado y documentado hechos que estos chavos en su vida van a vivir.

Ayer leí lo que dijo en una entrevista que le hicieron sobre lo que le pasó,  ahí queda claro su manera de pensar y el tipo de persona que es.

“Me duele más el orgullo que la cara por que me pregunto por qué los chavos se van contra la prensa. Soy bastante idealista y me pregunto por qué. No sé si no tienen ideales o son comprados o manejados por alguien. Se infiltran muchos para desvincular las movilizaciones. Son chavos que no tienen la menor idea”

"Yo admiro a las nuevas generaciones. Son los que hacen el cambio. Nosotros fuimos jóvenes y vi como hicimos un cambio en Chile. Me molesta que estos jóvenes que no tienen ideales o que son pagados son vándalos"
 
Mi trabajo no exige estar todo el tiempo en esas coberturas como lo hacen mis compañeros, sin embargo, he estado en varias y siempre aprendo de ellos, los veo como trabajan y como repelen las agresiones. Robert Capa dijo "Si una foto no es buena es que no estás lo suficientemente cerca" y por eso uno está ahí.

En Octubre pasado cuando se conmemoraron 45 años de la masacre de Tlatelolco ahí estaban ellos, los delincuentes, amenazando todo el tiempo a la gente de los medios, en esa ocasión en especial también tuvimos que cuidarnos de los policías del Distrito Federal que parecía que habían estado encerrados por un buen tiempo porque agredieron parejo y muchos compañeros terminaron golpeados aquella vez.

No somos mártires porque al final estamos haciendo lo que nos gusta y tenemos conciencia de que nuestro trabajo es de alto riesgo, pero ya basta de defender lo indefendible, destruir la ciudad y golpear a la gente que trabaja no va a cambiar las cosas.

Protestar es un derecho y lo aplaudo, pero estos tipos están manchando todas las manifestaciones, neta, no los defiendan, son delincuentes.

 ¿Qué sucede? ¿Acaso no hay garantías para las personas que simplemente hacemos nuestro trabajo?


 La intolerancia es una muestra de ignorancia, y estos tipos son intolrantes a más no poder.