Rinconeando...

Pasar esa tarde de vacaciones en la casa donde crecí me llevó a vivir momentos de nostalgia, de la nada comencé a asimilar que mi cuarto no existe más, la distribución de la casa es completamente diferente a cuando viví ahí...

Decidí recorrer la casa con la intensión de observar... Lo mejor fue encontrar la vieja bodega, que a pesar del tiempo no ha cambiado mucho, un par de minutos en el lugar me provocaron la necesidad de ir por mi cámara y tomar fotos, hay tantas cosas que permanecen ahí sin ser usadas, cosas que en algún momento ocuparon un lugar dentro de la casa y ahora lucen olvidadas...

Ese fue el cuarto donde vivió mi gata toda su vida, las herramientas permanecen colgadas como siempre, los tornillos y clavos clasificados en botes que en algún momento tuvieron en su interior crema de cacahuate, el librero, fotos familiares y otras tantas cosas que me dejaron una sonrisa en la cara durante el resto de la noche...